CENA A CIEGAS, by Patronio

By | 10:28 Leave a Comment
Amigo/a soltero/a, hoy voy a proponerte un plan al que es posible que a priori digas que NO.
Bueno, rectifico, no te lo voy a proponer yo. Más bien te pongo sobre aviso por si te lo propone alguien algún día, tal y como me lo propusieron a mi hace muy poco.
Imagina que (si eres chico) una conocida/posible ligue te propone ir a cenar con ella. También te dice que traerá un par de amigas, por lo que te dice que tu lleves también un par de amigos, por el tema ese de ser pares. Acaban de proponerte un plan grupal al estilo "cena a ciegas". Y ahora viene lo difícil: encontrar a dos valientes que acepten el plan.
Lo primero que te preguntarán tus amigos (pregunta obligada en estos casos) es "¿están buenas?". En mi caso la respuesta fue sincera, "... no lo sé. No he visto fotos suyas. Pero mi amiga me las ha vendido bien...". Claro está que aunque sean unos cardos borriqueros, mi amiga me las venderá bien, porque si no a ver quién es el guapo que acepta el plan de la cena a ciegas. Ya que mis dos amigos y yo éramos conscientes de que no sabíamos lo que no íbamos a encontrar, hicimos el siguiente planteamiento: saca de tu mente la idea de que vas a mojar el churro y plantéate el plan como una manera de pasar un viernes por la noche conociendo gente nueva en lugar de estar en tu casa viendo el Sálvame Deluxe o cualquier otra mierda del estilo que den un viernes por la noche.

Y así hicimos. Fuimos al restaurante acordado, a la hora acordada. Luego, con retraso, llegaron ellas, y entramos al restaurante. Ciertamente, para mi gusto y para mi acierto, las amigas de mi amiga eran chicas la mar de normales. Como se suele decir, "del montón". Ojo, que no lo digo de manera despectiva. Yo soy el primero que me meto en el montón del lado masculino.
La noche empezó algo tímida por parte de todos, excepto mi amiga y yo, que ya nos conocíamos. Pero poco a poco el efecto desinhibidor del tinto y el lambrusco empezó a hacer acto de presencia, y todos empezaron a soltarse y relajarse, a hablar y hacer bromas. Tras la cena llegaron las copas. Fuimos a un par de locales tranquilos, y entre copa y copa seguían los chistes y las bromas.

Al final de la noche, cada uno para su casa. Sí, cada uno a su casa, habéis leído bien. Bueno, yo acerqué a mi amiga a su casa. No hubo tonteo por parte de nadie. O si lo hubo, yo no lo supe ver (ya sabemos que es completamente imposible pillar esas señales de mie*** que envían las chicas, que según ellas son clarísimas... en fin...Un día hablaremos extensamente de estas señales).

Así que ya sabéis, si os proponen una cena grupal a ciegas eliminad cualquier pensamiento de posible polvo a la vista y limitaros a ir con la idea en mente de conocer gente nueva y pasar una noche interesante.

Y para el momento musical os pido perdón de antemano. Suelo recomendaros grandes temas, pero hoy es obligado recomendar la cutrada de canción de Objetivo Birmania, "Los amigos de mis amigas". Espero que no os sangren los oídos.


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