Quizá la expresión os suene de un famoso vídeo de Youtube. Eso sí, hoy lo aplicaremos al mundo single que es lo que nos concierne.
En este largo periodo de tiempo que me ha tocado vivir como soltera si algo he aprendido bien es a conocerme y saber qué errores tengo. Uno de ellos es ilusionarme con facilidad y desilusionarme con lo mismo. Así pues, intento ser coherente y sincera y hablar de ello en las citas pero, al parecer, esto no es creíble para el sexo contrarío porque siempre acabo igual.
Por eso hoy van los hits de:
#Siyasabencomomepongo pa' que c*** me dicen lo he pasado bien, quedamos otro día. A ver... cómo diría la señora del APM: que no nos engañen, que nos digan la verdad. Si realmente es cierto y se quiere quedar otro día se establece un margen de una semana máximo para contactar o fijar una nueva fecha y si, lo que realmente se quiere es no quedar no hace falta decir nada más: "bye, bye hasta otro ratito".
#Siyasabencomomepongo pa' que me invitan... a viajar con ellos. En toda la vida de Dios, un viaje en pareja significa algo más, que estás a gusto con esa persona, que quieres pasar momentos con ella y lo más importante: que al volver la seguirás llamando. Pues se da el caso de hombres que temen viajar solos, así que ante tal expetiencia prefieren invitar a una chati a viajar con ellos lo que les garantiza: diversión asegurada en cualquier destino. Eso sí, al volver el chico desaparece misteriosamente y no sabes nada más de su paradero. Y luego son ellos los aventureros!!!
#Siyasabencomomepongo pa' que me invitan... a su casa! Si es que no lo puedo remediar, si la cosa se anima una no puede resistirse, soy la mujer pringle: cuando haces pop, ya no hay stop. Si me invitan a cenar y a su casa yo muchas veces acepto (ingenúa de mi) creyendome lo de estar más cómodos, poder hablar tranquilamente, tomar un vino... y cuando les ves tirándose en plancha encima tuyo y les frenas, se enfadan. Pero vamos a ver... en qué momento se estableció que ir a casa de alguien es sinónimo de ir a la cama de alguien? Yo ya temo el momento en el que el del gas viene a mi casa. ¿No puedes llevarte amigos a casa? ¿No puedes estar con alguien en casa y dejar que surja o no?
#Siyasabencomomepongo pa' que invitan a... cenar. Lo hemos dicho en el blog centenares de veces: en una primera cita NO SE CENA: se invita a café, birra o copa. Invitar a cenar es un riesgo que no es necesario asumir. En primer lugar, porque el momento de decidir quién paga es trágico y en segundo lugar, porque puede ser tan aburrida la cena que desees abandonar el lugar en los entrantes y tengas que esperar al postre.
#Siyasabencomomepongo pa' que me chinchan. Los que conocéis ya sabéis que soy de rabiar fácil y, los hombres, tienen esa manía de chinchar cuando alguien les gusta y, a veces, esto les va en contra porque acabas peleando y no hay reconciliación posterior.
Chicas, esto de ser soltera es divertido y complicado a la vez pero ... ¿y qué?
Hasta el próximo post!
En este largo periodo de tiempo que me ha tocado vivir como soltera si algo he aprendido bien es a conocerme y saber qué errores tengo. Uno de ellos es ilusionarme con facilidad y desilusionarme con lo mismo. Así pues, intento ser coherente y sincera y hablar de ello en las citas pero, al parecer, esto no es creíble para el sexo contrarío porque siempre acabo igual.
Por eso hoy van los hits de:
#Siyasabencomomepongo pa' que c*** me dicen lo he pasado bien, quedamos otro día. A ver... cómo diría la señora del APM: que no nos engañen, que nos digan la verdad. Si realmente es cierto y se quiere quedar otro día se establece un margen de una semana máximo para contactar o fijar una nueva fecha y si, lo que realmente se quiere es no quedar no hace falta decir nada más: "bye, bye hasta otro ratito".
#Siyasabencomomepongo pa' que me invitan... a viajar con ellos. En toda la vida de Dios, un viaje en pareja significa algo más, que estás a gusto con esa persona, que quieres pasar momentos con ella y lo más importante: que al volver la seguirás llamando. Pues se da el caso de hombres que temen viajar solos, así que ante tal expetiencia prefieren invitar a una chati a viajar con ellos lo que les garantiza: diversión asegurada en cualquier destino. Eso sí, al volver el chico desaparece misteriosamente y no sabes nada más de su paradero. Y luego son ellos los aventureros!!!
#Siyasabencomomepongo pa' que me invitan... a su casa! Si es que no lo puedo remediar, si la cosa se anima una no puede resistirse, soy la mujer pringle: cuando haces pop, ya no hay stop. Si me invitan a cenar y a su casa yo muchas veces acepto (ingenúa de mi) creyendome lo de estar más cómodos, poder hablar tranquilamente, tomar un vino... y cuando les ves tirándose en plancha encima tuyo y les frenas, se enfadan. Pero vamos a ver... en qué momento se estableció que ir a casa de alguien es sinónimo de ir a la cama de alguien? Yo ya temo el momento en el que el del gas viene a mi casa. ¿No puedes llevarte amigos a casa? ¿No puedes estar con alguien en casa y dejar que surja o no?
#Siyasabencomomepongo pa' que invitan a... cenar. Lo hemos dicho en el blog centenares de veces: en una primera cita NO SE CENA: se invita a café, birra o copa. Invitar a cenar es un riesgo que no es necesario asumir. En primer lugar, porque el momento de decidir quién paga es trágico y en segundo lugar, porque puede ser tan aburrida la cena que desees abandonar el lugar en los entrantes y tengas que esperar al postre.
#Siyasabencomomepongo pa' que me chinchan. Los que conocéis ya sabéis que soy de rabiar fácil y, los hombres, tienen esa manía de chinchar cuando alguien les gusta y, a veces, esto les va en contra porque acabas peleando y no hay reconciliación posterior.
Chicas, esto de ser soltera es divertido y complicado a la vez pero ... ¿y qué?
Hasta el próximo post!
0 comentarios:
... Siéntete libre de comentar