LA CHICA, by Patronio

By | 10:47 1 comment
Hay una chica.
O mejor dicho, "la chica".
La vi la semana pasada. Hacía como un año y medio (si no más) que no nos veíamos. ¿Queréis saber algo más de la historia? Os lo contaré, pero sólo lo justo, ya que en ciertas historias es mejor contar sólo algunos detalles, pero no todos, porque si no esa historia perdería la esencia de ser algo íntimo y personal.

Hace unos años (puedo decir que más de un lustro) conocí a una chica. En cuanto me la presentaron me quedé embobado. En seguida vi que ella tenía algo especial. Algo que nunca antes había visto en ninguna otra. No pude separarme de ella en toda la velada. Jamás había sentido ese magnetismo hacía ninguna otra. En ese momento empecé a creer en el amor a primera vista, algo que siempre me había sonado a película de Disney. He de confesar que tuvimos nuestro pequeño "affaire". Pero por circunstancias de la vida, aquello no pudo durar mucho. Tristemente tuvimos que dejarlo pasar, eso sí, sin olvidar que los dos supimos disfrutar de aquellos momentos, y sin perder el tiempo pensando en el mañana.

Tras unos cuantos años, donde hemos mantenido el contacto vía e-mail, llegamos a la semana pasada. En uno de esos mails, sin pensarlo ni un segundo, y aún sabiendo que ella tiene una relación con un auténtico gilipollas, le propongo vernos para tomar algo o para cenar. Cual es mi sorpresa cuando veo que ella acepta sin vacilar.
Llegado el día, nos vemos. Nos hemos citado en Barcelona. Tras casi dos años sin verla uno se pregunta si habrá cambiado mucho. Mis dudas se ven resueltas en cuanto la veo, y mientras cenamos, mientras tomamos una copa, mientras charlamos, mientras reímos, ... El intenso latido de mi pecho es quien me da la respuesta. Ella sigue con esa luz que siempre tuvo. De hecho creo que aún brilla más si cabe. No podía dejar de mirar sus ojos color miel, su pálida y fina piel, manchada tan sólo por una casi inapreciable capa de colorete; su cabello negro, y su pequeña y bonita boca, alargándose tan sólo en esos momentos donde te regala la sonrisa más elegante que os podáis imaginar. Sí, no hay duda, sigo completamente enamorado de ella.
La noche acabó y, tras dejarla en la puerta de su casa, sigo conduciendo, pensando en ese sabor dulce que me ha dejado su presencia, y en lo amargo de pensar que es otro el que está a su lado. Otro que no sabe valorar el delicado tesoro que posee.

La mayoría de mis amigos (por no decir que todos) piensan que es un error quedar con ella, porque lo único que consigo es hacerme daño a mí mismo. Y nos les falta razón. Pero los motivos que me llevan a hacer semejantes locuras son dos: por un lado la necesidad de comprobar que tras tantos y tantos años de soltería sigo teniendo la capacidad de sentir algo por alguien; y por otro lado, como dice una gran frase, "recordar la historia es la mejor manera de no repetir los mismos errores".
Por desgracia, recordar la historia, a veces, duele. Y mucho.



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio

1 comentario:

... Siéntete libre de comentar