Tengo un caso entre manos. Estoy planteándome seriamente hacerlo llegar al programa Cuarto Milenio, y ver si el entrañable y flipado Iker Jíménez me puede dar una explicación. De ser así, en su próximo programa, él empezaría diciendo lo siguiente (no olvidéis poner mentalmente el tono narrativo que suele usar Iker):
"Hoy tenemos entre manos un hecho, cuanto menos, intrigante. El protagonista de los hechos es un joven treintañero, de Barcelona. Nos ha pedido que no revelemos su identidad, así que le llamaremos Patronio. Este joven, residente en Barcelona -su ciudad natal-, ha vivido desde hace años un hecho que se ha repetido en varias ocasiones. En principio podrían parecer experiencias aisladas, sin conexión alguna. Pero si entramos en detalles, podremos comprobar que existe un denominador común. Y aun así, ese denominador común es objeto de debate entre varios estudiosos en este tema. Para no haceros esperar más, empezaré con una breve descripción de lo acontecido:
Patronio suele aprovechar sus vacaciones veraniegas para viajar. Esos viajes suelen tener una duración de una semana, o dos como máximo. Estos viajes son tanto en terreno español, como en terreno extranjero. Patronio, como soltero que es, aprovecha estos viajes tanto para hacer turismo, como para tumbarse en la playa a dejar pasar las horas, o por supuesto, saliendo por las noches a tomar unas copas con los amigos para acabar en la discoteca recomendada por los lugareños. Es aquí donde el misterio y lo paranormal empieza a rodear a nuestro amigo Patronio.
Normalmente, Patronio sale por Barcelona todos los sábados por la noche, en busca de esas copas con los amigos, y con la esperanza, por qué no, de cruzarse con una bonita sonrisa de la que ojalá acabe sabiendo su nombre. Pero esto nunca ocurre... Y sin embargo, ¿ocurre lo mismo cuando nuestro protagonista disfruta de las noches de verano fuera de su querida Barcelona? ¡No! ¡No ocurre lo mismo! En estos casos, Patronio, sin esperarlo, no para de encontrarse con miradas juguetonas y sonrisas sugerentes por cada local que pisa. No pasan ni 15 minutos, que él y sus amigos tienen a su lado un par de grupos de chicas que vienen directas a conocerlos. No teniendo suficiente con eso, añadimos que una de las preciosas camareras de uno de los locales le sirve una copa y le sonríe como hacía años que no le sonreía nadie; y Patronio, viendo esto, se arma de valor para ir a conocerla y consigue tontear con ella ante de la atónita mirada de los clientes habituales de la discoteca. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Patronio va sumamente bebido? ¡No, eso no es! ¿Entonces qué ocurre? ¿Qué puntos en común tienen estas situaciones? No sabemos si será por ese aire despreocupado y de relax que te contagian tus vacaciones, o porque se ve claro que no son chicos de la zona, o porque todos tenemos en la cabeza lo fantásticos que son los rollitos de verano.
Sea lo que sea, estos hechos se repiten prácticamente cada verano, y seguimos sin encontrarle explicación. Seguiremos investigando para intentar darle una explicación a nuestro amigo Patronio"
Ya podéis sacaros el tono vocal de Iker de la cabeza. No sé si seré el único al que le pasen estas cosas, pero os puedo asegurar que es cierto. Me alucina que el año tenga 52 fines de semana, y que solo triunfe de manera sobrenatural en uno de ellos. Vale que en verano uno está más abierto a conocer gente; y que cuando uno viaja se desinhibe más. Pero también tengo que decir que varios veranos me he quedado todo el mes de vacaciones en Barcelona, y jamás me ha pasado nada de esto. Una de las conclusiones a las que llego es la siguiente (y espero equivocarme, de corazón): ¿será que las chicas de Barcelona son, por lo general, sumamente rancias y estúpidas? Si en Barcelona vas a conocer a una chica una noche en un local, ya puedes dar gracias si te suelta un soplido. En varias ocasiones, tras yo decir a una chica un simple "hola" he temido seriamente por mi vida.
Y, por favor, que no se me enfaden las barcelonesas... pero es que desde hace años me he dado cuenta que son muchísimo más cerradas que en cualquier otro sitio. Y esto es algo que me da mucha rabia. Y otro favor que pido es que cuando leáis esto no os lo toméis a título personal. Ya que como digo, estoy generalizando.
Despediré este agosto The Singlelist pidiendo a las solteras (y solteros también) que hagamos del mundo single de Barcelona un lugar más amable y con menos mala leche.
Y ya de paso, creo que estaré los próximos 11 meses diciendo por aquí que yo no soy de Barcelona. Ya pensaré que gentilicio usar. Iré practicando acentos. Que por lo visto gusta más el producto de importación. XD
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