Hay momentos de la vida de un soltero en el que uno debe
pararse a reflexionar sobre su vida y reconocer los síntomas que le hacen saber que
es un soltero treintañero de pro. C'est ici:
Ese momento en que miras tu whatsapp y te das cuenta que
un alto porcentaje de las fotos de perfil de la dichosa aplicación no son las
de tus amigos, sino las de los hijos de éstos. Y por no hablar de que, además,
con la maternidad se les ha olvidado que existes y ya no tienen ni un segundo
al año para llamarte o mandarte un whatsapp con un Hola! Los treintañeros solteros somos como Teruel ¿amantes? También, pero existimos!
A los treinta, tu día de máxima actividad lúdico-festiva pasa del sábado noche al domingo mediodía, tarde y lo que surja! El concepto
de vivir la vida al límite se cumple a la perfección, por lo menos de la
semana. Tu punto álgido del finde y el momento más deseado de la semana es el
vermut del domingo. Pero la realidad es que es el momento en que te das cuenta que eres una
treintañera: vas borracha un domingo a las 17h de la tarde y lo peor, es que no
tienes nada mejor que hacer.
Te autoengañas con que "los 30 son los nuevos 20" y con el subidón, vuelves a salir una noche a darlo todo. Cuando te crees que es
"la hora de irse" te das cuenta que son las 3 de la mañana, vas pedo,
a tu alrededor hay gente de 20 que justo empieza la fiesta y por no ver, no ves
ni el momento de ligar. Así que taxi y para casa. Y no hagas planes al día
siguiente porque vivir la resaca de los 30 es igual que tirar un día a la
basura.
Otros autoengaños son: el vermut ha resurgido, el
gintonic mola y los jueves son los nuevos viernes. Y un comino! Eso son los
síntomas de la treintena, de aquí cuatro días diremos que el whisky mola, hablaremos del
resurgir del carajillo y los bingos son las nuevas discos y sino... Al tiempo!
Aunque, el mejor de los autoengaños es cuando dices que te ves mejor
a los 30 que a los 20 con eso de la experiencia y bla, bla, bla. Lo que pasa es
que con las nuevas tecnologías te has acostumbrado a verte en las fotos con filtros de Instagram y, puede ser, que siga pareciendo que tienes 20 aunque la cruda realidad es otra. Gracias AMARO
por tus servicios. Aunque también sabes que, dentro de na', el único Amaro que te quitara años es el doctor cirujano.
A los 30 tus citas ya no son como a los 20 porque ya no
eres tan impresionable. A los 30 un descapotable es una putada, ir a cenar no
lo contemplas y la selección del local es tan complicada como que a esa cita le
preceda otra. A los 20 cualquier local vale mientras haya alcohol. A los 30
añadimos el hecho de que el alcohol sea de marca (si puede ser premium) y que
la música no esté muy alta porque con la sordera no entendemos bien lo que nos
dicen y nos dedicaremos a sonreír cual subnormales antes de admitir que los
treinta nos pasan factura.
Además, a los 30 pasa algo excepcional, casi prefieres
que la cita sea en tu casa para perder el mínimo tiempo posible e ir al grano.
Prefieres que sean sinceros y las motos se las dejamos a los de 20.
A los 30, citas han pasado de ser con la gente que
conocías el sábado noche a aquel que has conocido por cualquier aplicación o
algún descarte que, por motivos de madurez, ha pasado a ocupar los primeros
sitios del ranking.
Eso si, tengo que admitir que como chica, los 30 molan
porque eres target para los de 20 que te ven como madurita aun conservada, para
los de 30 porque os entendéis perfectamente y para los de 40 que aún te ven
joven. Así que si no pillas novio a los 30, bye, bye hasta otro ratito.
Feliz martes y que la suerte te acompañe pequeño single.
De: |
0 comentarios:
... Siéntete libre de comentar