NOVIOS 3.0 by Christian Gay

By | 16:28 Leave a Comment
Cómo cambian los tiempos en el arte del ligar! Hasta hace unos años la historia era:
Chico conoce chico: se gustan, se encaman y son (o no) pareja.
Ahora todo esto se ha complicado un poco:

Chico agrega a chico en Facebook por la recomendación de un amigo o por ser ‘taggeado’ en una foto de algún ‘amigo’ en común. Chatean, se mandan fotos y se ponen ‘me gustas’ como si no hubiera un mañana. Y, los más atrevidos hasta las comenta.

Se ponen favs, se retuitean y se lanzan tweets llenos de gracia e ingenio para demostrar su arrolladora simpatía y desparpajo en Twitter. Se ha dado el caso, de tíos súper divertidos e ingeniosos en Twitter que en la vida real son verdaderas setas humanas. Sabes que están vivos mientras están contigo en una cita porque los notas respirar, que sinó… lo dudarías.

La ‘relación’ sigue por whatsapp. Esas conversaciones watsaperas interminables llenas de emoticones cursis (véase ojos de corazones) o más cerdis (banana o berenjena) según el estado de ánimo del momento.


Aprovechamos otra vez el post para hacer una llamada a Mr. Emoji para que invente los cerdiconos. Ya me dirás tú para qué tenemos los de la última pestañita del whatsapp que no sabemos lo que significan pudiendo tener algo útil).

Volviendo al tema que nos ocupaba, ya ha hablado la jefa-Mire en alguna ocasión sobre el uso y el mal uso de los emoticones en una conversación whatsapera de ligoteo. Si lo queréis leer: aquí.

Las conversaciones ‘puticerdis’ se traslandarán al Grindr, que es el canal más indicado para hacerlo. Recordamos que Grindr es una app para tener sexo express con vecinitos (esto último me ha quedado muy Men's health).

El contacto se mantiene teniéndose localizados geográficamente gracias a Foursquare. Ésta es la manera de ir aprendiendo por qué sitios se mueve y cuales son sus gustos. Los checkins son como verdaderos GPS (por favor hay plural para eso?) humanos. No se porque nos gustará que la gente nos tenga localizados en cada momento del día… pero así es.

Finalmente deciden quedar para desvirtualizarse y tomar un café. Ese café sirve para hacerse selfies (con su correspondiente cupcake y frapuccino pàra hacerte el moderno) y para OBVIAMENTE subirlos a Instagram y saber cual de los 2 es más guay y consigue más likes. Ya comentábamos en mi último post el hervidero de ligoteo sin medida en que se ha convertido instagram.

Finalmente llega el momento cumbre: Toca echar un casquete! (sin Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, ni Grindrs ni otras redes sociales ni apps) y es cuando te das cuentas que tu novio 3.0 no era pa tanto. Que en lo virtual es muy perfecto pero en lo real deja mucho que desear. O sea que el coqueteo online que ha durado al menos una semana y media, no ha servido para nada más que para pasar el rato y matar ratos muertos jugando a los novios virtuales. O sea que finiquitamos la no-relación con el no-novio en ese mismo instante.

Una vez finiquitado a uno. ponemos otra vez en marcha la maquinaria 3.0, 4.0( y 5.0 si hace falta) para la caza del próximo cybernovio o novio whatsapero temporal y volvemos a repetir la historia así, en bucle.


Ciao chuchis!


Esta estadística me parece lo más, ya no se puede ni ligar!!! Esto es porqué no existía ni Grinder, ni Badoo, ni Tinder.


 
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